Nota por Hernán Panessi publicada originalmente en El Planteo. Más artículos por El Planteo en High Times en Español.
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Lo que hizo el docente e investigador Chris Duvall con Cannabis es, de entrada, como para prestarle atención. Su libro, esta tesis, no antepone una matriz ideológica ni se ensancha en sus conocimientos previos para afirmar que la marihuana es así o asá.
Y si el manual obligatorio del “buen divulgador cannábico” obliga a los autores a ser “demasiado políticos” en su mirada, Duvall le esquiva al bulto y se vuelve deliberadamente meridiano.
Qué bueno, de verdad. Gracias, Duvall.
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“Los autores escriben cosas como: ‘Confía en mí, conozco bien el cannabis y creo que es un veneno que debería prohibirse para siempre’ o ‘Confía en mí, conozco el cannabis y creo que es un regalo de Dios que resolverá todos los problemas’. Estoy exagerando, por supuesto, pero con demasiada frecuencia las personas han tratado de ganarse la confianza de los lectores al avanzar puntos de vista políticos sobre el cannabis, en lugar de exhibir una investigación sólida”, arremete Duvall, en exclusiva para El Planteo.
Legalización: otra mirada
Su libro, Cannabis, editado en Argentina por el sello Adriana Hidalgo, no anida en puntos de vista políticos como para atraer a sus lectores.
También, de pronto, su abordaje sobre la legalización suma alguna disidencia en el ecosistema del debate.
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Va: “Tengo sentimientos encontrados sobre la legalización. No me malinterpretes, la prohibición ha sido un fracaso masivo que ha desperdiciado miles de millones de dólares y destruido la vida de millones de personas. El cannabis es mucho menos dañino que muchas sustancias, especialmente el alcohol, el tabaco y muchos medicamentos de venta libre. Y los costos sociales son astronómicos al encarcelar a personas por posesión y uso de cannabis. Y en los Estados Unidos, donde vivo, el cumplimiento de la ley sobre drogas ha sido profundamente racista. Así que definitivamente estoy a favor de la legalización”.
Sin embargo: “Al mismo tiempo, cuestiono por qué el consumo de drogas, en general, no sólo de cannabis, ha aumentado tanto en las últimas décadas. Este es un dato a nivel mundial, pero los Estados Unidos tienen niveles más altos de consumo de drogas que la mayoría de los países. Las historias y estudios sociales sobre el consumo de drogas muestran que está asociado con diversos problemas sociales, como la pobreza, la marginalización, los sistemas de atención médica deficientes, la desesperanza y así sucesivamente”.
¿Entonces? “La actual popularidad del cannabis tiene razones complejas, por supuesto, pero me gustaría que se dedicaran más esfuerzos y recursos para abordar algunos de los problemas subyacentes que llevan a muchas personas hacia el consumo de drogas. Entonces, sí a la legalización, y un sí más firme a encontrar formas de reducir el consumo de drogas en general”, revuelve Duvall.
El hombre y la planta
Explorando la historia cultural y geográfica de la planta, Duvall encontró un objeto de estudio escandalosamente rebuscado y profundamente humano.
Por caso, su formación en Estudios Africanos y Geografía y su docencia como profesor adjunto de Geografía en la Universidad Nuevo México le otorgan una perspectiva que recorre –con suavidad y hasta con un “enfoque pop”- espacio y tiempo.
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Su vida profesional se ha centrado en entender cómo las personas interactúan con las plantas: partió con agricultores en Mali, siguió con el “tabaco angoleño” y fue metiéndose con el cannabis y sus olvidadas raíces africanas. De hecho, inicialmente quiso escribir un libro sobre cannabis en África pero, dice, “no pudo”.
Con ese envión, Cannabis se erige como una historia mundial del cannabis. “Estoy realmente contento de haber estudiado la historia mundial, que es fascinante y compleja porque es realmente una planta global”, cuenta Duvall.
Mitos y verdades cannábicas
En ese sentido, el autor escribió Cannabis para dos audiencias posibles: la primera, para quienes saben de cannabis pero desconocen su historia y su geografía; la segunda, para quienes creen saber mucho de historia del cannabis y los obligue a retroceder y repreguntarse sobre hechos históricos.
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“La mayoría de la literatura popular sobre la historia del cannabis se basa en datos falsos sobre el pasado de la planta que se originaron en medios populares pro-marihuana en la década de 1970. La evidencia para muchas anécdotas pro-cannabis es inexistente y, al mismo tiempo, se omiten hechos muy bien documentados en las historias recientes sobre cannabis. La Reina Victoria no usaba marihuana, pero los africanos esclavizados sí lo hacían. Cada libro popular sobre cannabis parece mencionar a Victoria como prueba de que la prohibición debería terminar, y se ignora el significado de las experiencias africanas”, detalla Duvall.
A la sazón, los libros de defensa política cumplieron su propósito eficazmente: la prohibición está llegando a su fin.
Por lo tanto, como propone el autor, ahora es momento de aprender que el cannabis tiene una historia documentada que veces puede ser, digamos, incómoda de reconocer.
Un libro accesible
A lo largo de Cannabis, que forma parte de la colección “Naturalezas”, el autor desafía los lugares comunes y hace close-up en momentos históricos: en Eurasia, hace más de 10.000 años atrás, en el uso de fibras, en la antigua China, en África y sus variedades, en el proceso social, artístico, religioso y legal que viene atravesando el cannabis.
Se habla del origen de la palabra “marihuana”, del costado psicoactivo, de la prohibición, de la demonización del cannabis como un monstruo mortal, de las representaciones antiguas, del fracaso de la prohibición, del valor simbólico y productivo del cáñamo, de los recursos sostenibles, de mentes alteradas (y de algunas fragilidades), de puntos de vista farmacológicos, de la incertidumbre de la experimentación, del miedo y, por supuesto, del último siglo de leyes antidrogas.
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“Tal vez después de un siglo o más de legalización, el miedo desaparecerá. Aunque, nuevamente, creo que la naturaleza de las drogas significa que siempre serán al menos un poco aterradoras”, confiesa Duvall, después de tres años de investigación profunda y tras haber escrito The African Roots of Marijuana (sólo disponible en inglés) más un tendal de publicaciones académicas (disponibles en Google Scholar o ResearchGate).
Asimismo, Cannabis no es un libro para otros académicos, ni comprime gestos masturbatorios, sino que plantea un enfoque accesible, especialmente para quienes tienen curiosidad sobre la planta pero no tienen conocimientos especializados al respecto.
Habrá más: cáñamo
Por estos días, el autor se encuentra investigando el cosmos del cáñamo y sus diversos sistemas laborales.
“Históricamente, la producción de cáñamo requería mucha mano de obra, por lo que fue ampliamente producido por trabajadores no libres hasta el siglo XX, incluyendo esclavos, siervos, prisioneros y otros. No obstante, esto ha cambiado en las últimas décadas, ya que su procesamiento se ha vuelto dependiente de los combustibles fósiles”, comenta.
Y cierra: “En cualquier caso, es un proyecto grande, por lo que se está desarrollando lentamente”.
Fotos: cortesía de Adriana Hidalgo
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